Las despedida de soltera

12: no sé cuantos --> me levanto porque mi postura acrobática/enseñadora de tangas me suplica que deje de hacer el pena porque, si fuera verdad que alguien me persigue (léase el post ^Me persiguen, ¿te persiguen?^) (que conste que esto no es Las despedida de soltera. jajaja), mi imagen caería en picado. Una chica aparentemente normal...que ahora sea un monstruo baboso (no sé si se me caía la baba, pero todo es posible) con ganas de ser exhibicionista... es un golpe duro de asumir. Y yo no quiero que mi perseguidor se traumatize, no por favor...

1: no sé cuantos, tampoco --> Sigo por la casa con aires de exhibicionista. Supongo que eso de dormir con el culo al aire me motiva. También cabe decir que estaba sola en casa, no os penséis que tengo tanta mala leche como para hacer que mis padres barra hermano tengan arcadas o pesadillas durante toda la noche. El perseguidor (si no os habéis leido el post, debo ser realmente pesada con el personaje. Puede que hasta os acabéis leyendo la historia ...por aburrimiento de oir
leer hablar escribir tanto de él) puede sumarle emoción a la penosidad del momento porque el sujeto que se hace llamar Sandra (o Sauri. Sí, también me llaman así, y no es porque sea un dinosaurio ni ningún reptil. Gracias.) se paseaba cantando y bailando por el habitáculo, sorteando a aquel perrito juguetón que no deja de parecer querer hacer - 3 verbos seguidos... os dejo un rato para que respiréis. Vale, sigamos- tropezar a su amo. Por cierto, música como la Macarena o, en su defecto, saturday night... sí, son canciones, enlace.



1: sigo sin saberlo --> a la chica le da por llamar a una amiga... y se tira media hora contando sandeces. A esto se le debe sumar que no sólo hablaba, sino que también se preparaba para ir a la playa. Así que esta es la imagen: una chica Despedida de soltera tratando de encontrar una toalla decente - porque la de los telettubies...NO es decente- y unas chancletas para sus delicados pies - es decir, llenos de llagas-, que hablaba de lo cap**lo que es Mengano mientras critiba a Fulana y aconseba a la amiga qué ropa debía ponerse cuando viera a Mengano - porque sí, es capu**o...¡pero está bueno, qué narices!- (no es que la pobre criatura hable sola - bueno, a veces-, sino que tenía un aparatejo, que no sonotone, ya pegado a su oreja ) y que se hacía una coleta - porque, obviamente, uno cuando se levanta no se peina - mientras se enganchaba tiritas en los pies.
¡¡Pues suerte que el teléfono era inalámbrico!! Que sino ya teníais a la Sandra enredada con el cable telefónico...todo, todo para recrear a un auténtico salchichón, que ni en el Carrefour lo encuentras.

2:00 (pongo cifra exacta que ya me da hasta vergüenza mi poca concepción del tiempo) --> la chica decide cortar la llamada. El recurso de las falsas interferencias no le parece correcto. Así que opta por decir que debe ir a la playa.

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