Centrándome

Ayer por fin me dediqué por la tarde a no hacer nada. Nada de nada. Estuve tumbada en el sofá con la mantita azul, viendo la tele y leyendo. Llevaba unos días un poco ida y aunque reconozco que eché de menos algunas cosas, también agradecí el tener un poco de tiempo para perderlo.

Ya me he terminado "Harry Potter y la piedra filosofal" y me ha encantado. He decidido que cada mes me compraré uno hasta tener los 5. Ojalá cuando yo era pequeña hubiese existido. Yo casi siempre he leido libros para edades mucho mayores que lo que me correspondía (me leí El Señor de los Anillos con 13 años). No sé muy bien por qué.

Hoy, si nuestras agendas lo permiten, quedaré un ratín con Soidemersol. Después de tener todo el día de ayer para calmar el espíritu hoy estoy más centrada y no revoloteo tanto pero me acuerdo de ella más de lo prudencial.

Yo creía que iba a escribir algo más en su diario, no sé, esperaba que fuese más explícita y mi ego protesta un poco pero es que ella no es como yo. Y en el fondo me alegro de que sea así, porque por mi forma de ser, le quito emoción a las cosas, romanticismo. Ser tan clara, tan transparente es práctico pero es que muchas veces es mejor no serlo. A veces me gustaría ser un poco más misteriosa para resultar más interesante. Soy demasiado predecible pero es que a estas alturas de la partida, ya no hay remedio ni lo busco.