Le indiqué el camino (sin confundirme) y nos despedimos.
Cuando volvimos a coincidir en el MSN me preguntó por mis impresiones, me dijo que él le ponía un 10 a la cita, aunque eso de no mirarlo a los ojos........no le había gustado mucho. Ya más suelta yo le dije que temía haber encontrado alguna mirada.......digamos fuera de lo pactado, y que mi impresión también había sido muy buena.

Al día siguiente la charla fue más cordial, más relajada, más "íntima" digamos, ese café nos dió mucha confianza, aunque apenas nos dijimos nada. Fue entonces cuando empezó a "tantear" el terreno, y me preguntó si alguna vez había sido infiel a mi marido. Le respondí que sí, porque acordamos libertad en ese tema, pero que había sido infiel en circunstancias muy concretas y hace ya muchos años, nunca de forma habitual y continuada. Al principio de mi matrimonio salíamos mucho más que ahora, a veces por separado y alguna de esas veces.......... había surgido "algo" con "alguien", pero sin buscarlo.

Entonces medijo que me iba a plantear algo, pero que lo pensara, que no respondiera hasta el día siguiente. Lo que me dijo fue algo así como esto:
Los dos tenemos claro que nuestras familias son lo primero, yo quiero a mi mujer, tú a tu marido, ninguno quiere separarse ni complicaciones, las cosas claras, somos adultos, discretos, responsables, y que si los dos sentíamos atracción física, vamos, sexual, y él sí la sentía, porqué no nos veíamos en un hotel??, pasábamos unas horas, y cada uno a su casa sin más historia, sin remordimientos, sin compromisos, sin comeduras de tarro. Dónde estaba el daño ??, no se le hace daño a nadie.

Lo pensé, y mucho, y llegué a la conclusión de que llevaba media vida actuando como se supone que hay que actuar, viviendo bajo normas que no eran las mías, eran de una sociedad machista y anticuada que no abre los ojos a la realidad, que una cosa es el amor y otra la atracción física, y que ya estaba bien de reprimir mis deseos por falsos prejuicios.

La vida pasa muy deprisa, tiene muy pocos momentos buenos, tenemos que arrancárselos con todas nuestras fuerzas para ser lo más felices posible, porqué decir que no a un "momento bueno"??, así que, acepté, y no me arrepiento, fue una cita increible, maravillosa y distinta. Distinta porque el sexo sin amor es distinto, es más instintivo, más "animal", hasta diría que más natural.

No todo son experiencias buenas, ya contaré las malas.

Es mi opinión, habrá quien no esté de acuerdo y lo respeto, al igual que espero ser respetada.

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